El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha asestado un duro golpe a Nvidia al prohibir la exportación a China de su nuevo chip H20, diseñado específicamente para sortear restricciones previas sobre dispositivos de alta capacidad de cálculo. Esta medida se traduce en un impacto financiero significativo para la empresa, que ha comunicado a la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) que afrontará un cargo de 5.500 millones de dólares en sus resultados del primer trimestre del año fiscal 2026. La noticia ha provocado una caída del 6% en las acciones de Nvidia en las negociaciones posteriores al cierre de los mercados, reduciendo su capitalización en más de 150.000 millones de dólares.
La prohibición del chip H20, aplicable a China, Hong Kong y Macao, responde a preocupaciones sobre su posible uso en superordenadores. Aunque fue diseñado para no ser excesivamente potente, el H20 tenía como objetivo el mercado chino, dejando ahora a Nvidia sin una importante vía de negocio. Según informes, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, participó en una cena de recaudación de fondos con Trump, a quien se atribuye haber frenado inicialmente las restricciones a cambio de inversiones en inteligencia artificial en Estados Unidos. Sin embargo, las restricciones finalmente se impusieron, dejando incertidumbre sobre las futuras previsiones financieras de la compañía antes de la presentación de sus próximos resultados.
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