La evolución de los incendios en el noroeste de España es moderadamente alentadora, aunque el ritmo de mejora sigue siendo lento. La directora de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, señaló que, aunque la situación general tiende a mejorar, se mantienen activos 15 incendios graves. Los pronósticos meteorológicos advierten que el viento del sur podría reavivar las llamas, lo que requiere mantener la cautela. En la provincia de Ourense, devastada por el fuego, el mastodóntico incendio de Larouco ha sido estabilizado, mientras que otras áreas como Chandrexa de Queixa y Carballeda de Valdeorras aún enfrentan incendios incontrolados.
En Castilla y León, 10 incendios graves persisten, y se han evacuado poblaciones en riesgo. Mientras tanto, en Asturias, con tres incendios activos, las autoridades buscan contener la situación a la espera de un cambio en las condiciones climáticas que facilite el control. Las comunidades locales enfrentan pérdidas significativas; en Verín, se han instalado botes de ayuda para vecinos afectados, y la población vive en alerta constante por las posibles reactivaciones del fuego. Se espera que un frente lluvioso previsto para mediados de semana alivie considerablemente la situación.
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