La Comunidad de Madrid ha iniciado una ambiciosa iniciativa para reducir la brecha digital entre personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental. El programa, que abarca toda la red de centros de atención a estas personas, busca proporcionar herramientas y conocimientos básicos para facilitar el acceso y uso de tecnología digital a quienes carecen de estas habilidades.
En el Centro Ocupacional Fuenlabrada, pionero en la aplicación de este proyecto, 20 alumnos asistieron a una de las primeras sesiones del curso. La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, estuvo presente para observar el desarrollo de la clase, lo que subraya el compromiso del gobierno regional con esta causa.
Esta iniciativa se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte de la Comunidad para garantizar que todas las personas tengan acceso a la tecnología, algo que se ha vuelto indispensable en la sociedad actual. Al ofrecer estas herramientas, el gobierno busca empoderar a estos colectivos, permitiéndoles una mayor integración y participación en la vida diaria y en el entorno laboral.
Dávila subrayó la importancia del programa, destacando que es esencial para mejorar la calidad de vida de muchas personas, permitiéndoles desenvolverse con mayor autonomía. Además, enfatizó que esta formación no solo se centra en el uso básico de dispositivos digitales, sino también en otros aspectos como la seguridad en línea y el uso responsable de las redes sociales.
El curso está diseñado para ser accesible y adaptarse a las diferentes necesidades de los participantes. Con un enfoque práctico, se busca que los alumnos adquieran confianza y habilidades para manejar herramientas digitales cotidianas.
Con iniciativas como esta, la Comunidad de Madrid espera no solo cerrar la brecha digital, sino también fomentar la inclusión y el desarrollo personal de personas con discapacidad, dándoles las herramientas necesarias para navegar en un mundo cada vez más digitalizado.


