La Seguridad Social ha anunciado un cambio significativo en sus normativas de jubilación, permitiendo a ciertos colectivos retirarse hasta cinco años antes de lo habitual. Esta medida está especialmente dirigida a quienes iniciaron su vida laboral en ámbitos de formación o investigación, como becarios e investigadores, y que hasta ahora no veían reflejados esos años en sus cotizaciones. Según la nueva orden ISM/386/2024, los periodos de prácticas formativas y académicas se considerarán como años cotizados. Este avance es parte de un esfuerzo por reconocer la dedicación temprana en el ámbito laboral y mejorar los derechos de los trabajadores, ajustándose al Real Decreto-ley 2/2023 que busca ampliar los derechos de los pensionistas y reducir la brecha de género.
El impulso de esta normativa ofrece una oportunidad significativa para quienes empezaron su carrera laboral en programas formativos y de prácticas, permitiéndoles disfrutar de una jubilación anticipada. Esta disposición responde a una demanda histórica de los colectivos que comenzaron a trabajar en sectores demandantes mucho antes de lo que las normas actuales reconocen. La medida no solo ofrece un alivio anticipado, sino que también marca un cambio positivo en las políticas de jubilación, al incluir formalmente estas experiencias laborales tempranas en el sistema de cotización. Al reconocer este tiempo, la Seguridad Social da un paso trascendental hacia un sistema de pensiones más inclusivo y equitativo, beneficiando a un sector que había quedado fuera del reconocimiento oficial durante mucho tiempo.
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