La encargada de portar la bandera española en el reciente acto oficial ha reiterado su papel como representante simbólica del país, un rol que ya asumió previamente en Montevideo durante un evento celebrado en marzo. Su presencia se ha consolidado como una figura relevante en estos encuentros, respaldando la importancia de la imagen nacional en actos internacionales. Este gesto no solo refuerza los lazos diplomáticos entre las naciones, sino que también destaca el compromiso de España en el ámbito internacional.
En el evento, la exhibición de la bandera no solo simbolizó el orgullo patrio, sino que también permitió que la representante española reiterase su papel de portadora en ceremonias de alto perfil. Desde su debut en Montevideo, su desempeño ha sido valorado positivamente, consolidando su figura como embajadora cultural y cívica. Estas apariciones destacan cómo el simbolismo protocolario cobra relevancia en la diplomacia contemporánea, refrenando una tradición que realza el sentido de identidad y pertenencia a la comunidad global.
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