Durante la Semana Santa, los costaleros desempeñan un papel fundamental en las procesiones, cargando con el peso de pasos religiosos que pueden superar los cientos de kilos. Esta actividad física intensa y prolongada en el tiempo puede dar lugar a una serie de lesiones comunes entre los costaleros, tales como fascitis plantar, tendinitis de cadera y rodilla, así como contracturas musculares. Estas lesiones no solo causan dolor y molestias, sino que también pueden afectar la movilidad y el desempeño general del costalero durante las procesiones.
Expertos en medicina deportiva señalan que muchas de estas lesiones son prevenibles mediante la adopción de medidas adecuadas. El uso correcto del calzado que ofrezca un buen soporte, la práctica de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento específicos, así como una adecuada planificación y distribución de los ensayos para evitar el sobreesfuerzo, son clave para reducir la incidencia de estas dolencias. Además, los costaleros deben recibir formación acerca de las técnicas correctas para levantar y cargar peso a fin de minimizar el impacto en las articulaciones y los músculos. Con estas estrategias preventivas, es posible disfrutar de una Semana Santa segura y sin complicaciones para quienes participan en estas tradiciones tan arraigadas.
Leer noticia completa en El Mundo.