Miguel Polo compareció hoy como testigo en el juicio relacionado con el supuesto fallo del organismo estatal en informar sobre el desbordamiento del barranco del Poyo. Durante la sesión, Polo se enfrentó a preguntas sobre las acusaciones de negligencia que señalan que la falta de información oportuna pudo haber agravado la situación para los residentes de la zona afectada. Las autoridades buscan esclarecer si existió un incumplimiento en los protocolos que deben seguirse en casos de emergencias naturales, como el ocurrido con el desbordamiento.
El testimonio de Polo es crucial, ya que su posición en el organismo estatal lo coloca en el centro del proceso de toma de decisiones durante el incidente. La defensa sostiene que el problema fue inevitable y que se tomaron todas las medidas necesarias en el momento. Sin embargo, los fiscales argumentan que el rápido flujo de información podría haber mitigado daños y prevenido el caos entre los afectados. Este caso ha captado la atención pública debido al impacto social y económico de los desbordamientos, subrayando la importancia de la comunicación efectiva en situaciones de emergencia.
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