Juan José Santiváñez ha sido nombrado nuevamente en el Gabinete de la presidenta peruana Dina Boluarte, esta vez como ministro de Justicia y Derechos Humanos, tras un período breve y controvertido como ministro del Interior. En su anterior gestión, Santiváñez enfrentó acusaciones de tráfico de influencias y negligencia, lo que provocó su censura por el Congreso. La Fiscalía le vinculó con presuntos intentos de influir en el Tribunal Constitucional. Conocido por su tono desafiante, Santiváñez se ganó una reputación negativa al presentar públicamente a ciudadanos inocentes como criminales durante operativos fallidos. En un intento por demostrar resultados durante una crisis de seguridad, presentó erróneamente a un individuo como líder terrorista, lo que agravó la crítica sobre su gestión.
El retorno de Santiváñez ha generado una fuerte oposición en el Congreso, con legisladores como Susel Paredes y Sigrid Bazán criticando duramente la decisión de Boluarte. Consideran que su nombramiento pone en entredicho el compromiso del gobierno con la justicia, dado el historial de Santiváñez y la percepción de corrupción. En medio de esta controversia, otros dos cambios ministeriales anunciados por Boluarte pasaron desapercibidos. La presidenta ha realizado nueve cambios de Gabinete en menos de tres años, reflejando la inestabilidad de su administración, que enfrenta una aprobación de apenas el 3%. El regreso de Santiváñez pone de nuevo el foco en un personaje cuya gestión pasada dejó un rastro de polémicas y cuestionamientos.
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