El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, ha roto con su conocido lema de «partido a partido» tras 13 años, y ha declarado que su objetivo es alcanzar la final de la Champions League. Este cambio de mentalidad vino impulsado por la contundente victoria de su equipo por 1-4 contra el Salzburgo, lo que les aseguró un pase directo a los octavos de final, evitando la ronda previa. Sin embargo, el camino no será fácil, ya que potenciales contrincantes como el Real Madrid, Bayern de Múnich, Manchester City o Celtic esperan en la siguiente fase. Simeone, reconociendo el desafío, resaltó la importancia de haber superado la fase de grupos, algo que no siempre se veía claro al inicio de la temporada, gracias al esfuerzo y la reacción de sus jugadores.
Pese al peligro de los posibles rivales en octavos, hay ventajas significativas. Simeone celebra la oportunidad de disponer de dos semanas concentradas para entrenar sin partidos, optimizando la gestión del equipo, especialmente antes de marzo, cuando muchos jugadores podrían ser convocados por sus selecciones nacionales. Apunta también al carácter del equipo, que ha demostrado una mejoría respecto a temporadas anteriores, resolviendo encuentros que antes no lograban ganar. Además, destaca el prometedor rendimiento de Giuliano Simeone, quien inauguró su cuenta goleadora en Europa y cuya energía y forma están siendo influencias vitales para el equipo. La cohesión y el compromiso del plantel se presentan como elementos centrales para continuar avanzando en esta competición.
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