La creciente desconfianza entre las familias y hosteleros de los barrios periféricos ha alcanzado un punto crítico debido a la falta de acción del municipio en el mantenimiento de espacios públicos. Un claro ejemplo es el parque local, un lugar que, de estar adecuadamente cuidado, podría ser un hermoso punto de encuentro comunitario. Sin embargo, los vecinos lamentan que este espacio, al igual que otros en la periferia, ha sido descuidado sistemáticamente por las autoridades, afectando no solo al ambiente social sino también al atractivo comercial de la zona.
Este sentimiento de abandono se refleja en las preocupaciones expresadas tanto por residentes como por empresarios, quienes subrayan que la negligencia municipal repercute negativamente en la calidad de vida y en la actividad económica local. Hosteleros del área, por ejemplo, han destacado que el mal estado del parque y su entorno disuade a potenciales clientes, limitando sus ingresos. Los ciudadanos, por su parte, insisten en que estos espacios verdes son esenciales para el bienestar y cohesión de la comunidad, y urgen una respuesta concreta y efectiva por parte del gobierno local.
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