En Madrid, el Hospital Universitario La Paz enfrenta un llamado urgente a la acción tras la denuncia de elevados niveles de contaminación electromagnética (CEM) en sus instalaciones. Diversas organizaciones de pacientes, vecinales y ecologistas, como SFC-SQM Madrid, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y Ecologistas en Acción, han alertado sobre los riesgos que implican estos altos niveles de radiación inalámbrica dentro del centro médico, sugiriendo el peligro que representa la creciente implementación de tecnología 5G.
El informe presentado por estas organizaciones detalla que las mediciones realizadas in situ indican que las radiofrecuencias superan significativamente los umbrales recomendados por las directrices internacionales. Uno de los datos más alarmantes describe densidades de potencia alcanzando hasta 441.000 μW/m² en ciertos puntos del hospital, y campos eléctricos de hasta 41 V/m en la primera planta. Resultados como estos exceden los límites establecidos por la Resolución 1815 del Consejo de Europa, que insta a la aplicación rigurosa del principio de precaución, especialmente en entornos hospitalarios.
Dado el contexto, las organizaciones demandan la adopción de alternativas más seguras, como el uso de conexiones por cable, para limitar la exposición a CEM. Particularmente, se insta a reducir las áreas de conectividad inalámbrica y crear zonas libres de contaminación electromagnética para proteger a pacientes electrohipersensibles, quienes podrían verse más afectados por estas radiaciones.
Además, las iniciativas reclaman la revisión de las actuales políticas conforme al artículo 4.1 del Real Decreto 299/2016, exigiendo minimizar los riesgos de exposición a campos electromagnéticos y solicitando la retirada de antenas de telefonía móvil en el hospital hasta que se establezca una regulación más estricta a nivel nacional.
Esta situación en el Hospital Universitario La Paz no es un caso aislado; un estudio similar realizado en el Hospital Universitario Gregorio Marañón también evidenció preocupantes niveles de CEM, sugiriendo una tendencia que afecta a otras instituciones médicas en la región madrileña.
Las organizaciones involucradas han programado futuras reuniones con autoridades hospitalarias para abordar estas preocupaciones. Marta Orbe, vicepresidenta de SFC-SQM Madrid, expresó su deseo de que se tomen medidas eficientes, tal y como se hizo anteriormente con adaptaciones para pacientes con Sensibilidad Química Múltiple, mostrando confianza en que las autoridades responderán adecuadamente para implementar el principio de precaución frente a la contaminación electromagnética, salvaguardando así la salud de los más vulnerables. Hasta el momento, el hospital no ha emitido ninguna declaración oficial en respuesta al informe presentado.