En Cataluña, la comunidad latinoamericana ha manifestado su descontento ante la propuesta de Junts per Catalunya de implementar una política migratoria diferenciada, tras la recepción de las competencias de Extranjería delegadas por el Gobierno central. Los migrantes temen que esta medida pueda generar un trato desigual y discriminatorio en el proceso de inmigración y aupar barreras adicionales para aquellos que buscan establecerse en la región. La iniciativa de Junts ha levantado críticas y desencadenado protestas, subrayando el temor de que se fomente una brecha entre los inmigrantes de distintas procedencias y se dificulte su integración.
Las organizaciones que representan a los latinoamericanos en Cataluña han expresado su preocupación por las implicaciones de esta política propuesta, argumentando que podría exacerbar la xenofobia y marginalización de sus comunidades. Además, advierten que esta diferenciación legal podría conducir a un conflicto innecesario entre los residentes, poniendo en riesgo la convivencia multicultural de la región. Mientras tanto, los manifestantes exigen que el diálogo y la inclusión sean las bases para cualquier reforma en materia migratoria, en lugar de medidas que perciben como discriminatorias y fragmentadoras.
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