En el día principal de las festividades para la Familia Real, el traje sastre se erige como la pieza central del vestuario, destacándose en tres interpretaciones distintas que subrayan la moda española. La Reina Letizia, siempre a la vanguardia de las tendencias, lució un diseño ajustado que resaltaba no solo su elegancia, sino también el cuidado por la moda local con acabados de alta calidad. La Princesa Leonor, por su parte, optó por un conjunto juvenil y moderno que combinaba tradición y contemporaneidad, mientras que la Infanta Sofía eligió un estilo más clásico pero renovado, demostrando el poder y versatilidad del traje sastre.
La decisión de la Familia Real de apostar por creaciones made in Spain pone de relieve el talento y la creatividad de los diseñadores nacionales, en un gesto que busca impulsar la industria textil del país. Este acto no solo se destaca por su significado en el ámbito de la moda, sino también por su mensaje de apoyo a la producción local y a los valores culturales. La elección estilística de las integrantes de la Familia Real reitera su compromiso con las tendencias sostenibles y responsables, dejando una clara declaración de intenciones para futuras iniciativas en el panorama del diseño español.
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