En la transitada calle comercial, los vecinos y dueños de establecimientos han manifestado su escepticismo ante la presencia de voluntarios que dicen estar realizando labores humanitarias. Según ellos, estas actividades parecen más una estrategia de marketing que un esfuerzo genuino por ayudar a la comunidad. Propietarios y residentes señalan que la presencia de estos grupos ha coincidido con un aumento en la publicidad y promociones en algunos locales asociados, generando dudas sobre la autenticidad de las acciones caritativas.
Los voluntarios defienden su labor, asegurando que buscan aportar de manera positiva a la comunidad, pero el escepticismo persiste. Muchos argumentan que el verdadero impacto debería medirse por el beneficio tangible para los habitantes y no por el incremento en el tráfico de clientes en tiendas cercanas. Esta situación ha generado un debate en el vecindario sobre la verdadera intención de estas actividades, poniendo de relieve la delgada línea entre la responsabilidad social corporativa y el oportunismo comercial.
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