Cazorla, un municipio turístico en la provincia de Jaén con 7,000 habitantes, enfrenta una crisis sanitaria tras el cierre del centro de salud local por daños estructurales agravados por lluvias recientes. La decisión, que dejó la atención primaria solo disponible en el Hospital de Alta Resolución ubicado a 2.5 kilómetros fuera del casco urbano, ha generado indignación entre los residentes. La carretera A-319, la única vía de acceso al hospital, está repleta de tráfico y carece de arcenes, obligando a muchos vecinos a arriesgarse caminando para recibir atención médica. Vídeos en redes sociales muestran a los habitantes transitando a pie bajo el intenso tráfico como una forma de manifestar su descontento y visibilizar una situación que consideran peligrosa y surrealista.
El alcalde de Cazorla, José Luis Olivares, ha criticado fuertemente a la Junta de Andalucía por lo que considera un «atropello» que debilita la infraestructura sanitaria del municipio sin ofrecer soluciones adecuadas para la población sin vehículo. Olivares insta a que se reubique la atención sanitaria dentro del casco urbano y se posponga el cierre del centro de salud cerrado. Sin embargo, la Junta defiende su decisión por cuestiones de seguridad y acusa al Ayuntamiento de no extender el servicio de autobús urbano al hospital para facilitar el acceso. La situación ha trascendido al Parlamento andaluz, polarizando a los grupos políticos. Mientras que el PSOE denuncia un ataque político contra Cazorla, el PP justifica la medida por razones de seguridad ante el deterioro del edificio.
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