Los Presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2025, que ascienden a 32.291 millones de euros, fueron aprobados tras un intenso debate por el Partido Popular (PP) y Vox. Estos presupuestos, un 8,6% superiores al ejercicio anterior, incluyen 2.364 millones destinados a la reconstrucción tras las inundaciones del 29 de octubre. Con el apoyo de 53 diputados frente a los 46 de la oposición, liderada por PSPV-PSOE y Compromís, la aprobación desencadenó aplausos en la bancada gubernamental, mientras que desde la oposición se exigió la dimisión del presidente Carlos Mazón, acusado de mala gestión post-catástrofe. Este contexto se enmarca en medio de una huelga general convocada por sindicatos en rechazo a los recortes presupuestarios.
Las discusiones se centraron en las 4.000 enmiendas presentadas, de las cuales solo se aprobaron las propuestas por PP y Vox. Los presupuestos reflejan una notable influencia de la extrema derecha, con recortes significativos en fondos para la promoción del valenciano y programas internacionales, así como ajustes en memoria democrática y medio ambiente. El portavoz de Vox, José María Llanos, destacó que, aunque no son enteramente su propuesta, los presupuestos son un paso hacia la reconstrucción post-riadas. Por otro lado, la oposición denuncia que estas cuentas se utilizan para asegurar la posición de Mazón más que para beneficiar a la ciudadanía, y las considera perjudiciales para los movimientos sociales y el uso del valenciano.
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