El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha manifestado su enfoque cauteloso ante las incertidumbres políticas y económicas actuales, detallando que el banco central estadounidense necesita claridad respecto a las políticas del presidente Donald Trump antes de proceder con ajustes en los tipos de interés. Durante el Foro de Política Monetaria, organizado por la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, Powell aclaró que, si bien ha habido progresos en ciertos frentes, la incertidumbre sigue presente.
La Reserva Federal continua su política de esperar que la situación se clarifique antes de tomar decisiones que impacten en la economía. Powell subrayó la importancia de distinguir la «señal del ruido» para interpretar correctamente el panorama económico y enfatizó que cualquier cambio en los tipos de interés se basará en la evolución de los datos económicos. A pesar de eso, la Fed está lista para responder de acuerdo a la dinámica económica; la institución podría relajar su política si el mercado laboral muestra signos de debilitamiento o si la inflación disminuye de manera inesperada. Por otro lado, si la inflación supera el 2%, el banco mantendría una actitud restrictiva por más tiempo.
Los tipos actualmente se encuentran en un rango de 4,25%-4,50%, y ante la próxima reunión del banco central, los mercados parecen confiados en que no habrá modificaciones, asignándole una probabilidad del 97% a la estabilidad de los tipos, según la herramienta FedWatch de CME.
Powell también ha destacado que aunque se han logrado avances en la reducción de la inflación, los datos recientes aún superan el objetivo del 2%. Ha reconocido que el camino hacia una inflación sostenible será accidentado. A pesar de la volatilidad, se observan tendencias positivas en sectores clave como los servicios de vivienda y otros componentes del consumo. Powell ha asegurado que la Fed evitará reaccionar de forma precipitada ante datos mensuales aislados.
En relación al crecimiento económico, los datos sugieren una moderación en el gasto de los consumidores, comparado con el crecimiento robusto observado en la segunda mitad de 2024. Las encuestas reflejan incertidumbre en perspectivas económicas, lo que podría influir en las decisiones de gasto e inversión.
A pesar de estos desafíos, Powell mantiene confianza en que las expectativas a largo plazo sobre la inflación permanecen estables y alineadas con el objetivo del 2%. Sin embargo, reconoció que la evolución económica dependerá de diversos factores, incluyendo cambios en políticas gubernamentales y la confianza del mercado. «Seguimos vigilando de cerca una variedad de indicadores del gasto de los hogares y las empresas”, concluyó, reafirmando el compromiso de la Fed de actuar con cautela para salvaguardar la estabilidad de los mercados financieros.