La salud del Papa Francisco, actualmente de 88 años, ha vuelto a ser foco de atención debido a sus problemas crónicos de salud, aunque no se ha emitido ningún comunicado oficial desde el Vaticano sobre una posible renuncia. Su situación ha generado discusión sobre la posibilidad de que siga el ejemplo de su predecesor, Benedicto XVI, y se retire si sus limitaciones físicas impiden el cumplimiento de sus funciones pastorales. De ocurrir esta renuncia, la elección de un nuevo Papa se llevaría a cabo a través de un cónclave, reunido por los cardenales de todo el mundo, buscando decidir al próximo líder de la Iglesia Católica. Este cambio potencial en el liderazgo papal podría ser crucial para definir si continúan las reformas iniciadas por Francisco o si se opta por un enfoque más tradicional.
En este contexto, varios cardenales han sido mencionados como posibles sucesores de Francisco. Entre los candidatos más destacados se encuentran Luis Antonio Tagle de Filipinas, quien podría fortalecer la presencia de la Iglesia en Asia, y Matteo Zuppi de Italia, conocido por su enfoque en la paz y la justicia social, ambos vistos como continuadores del legado reformista de Francisco. También se mencionan figuras como Pietro Parolin, con su sólida experiencia en diplomacia, y Peter Turkson, conocido defensor de la justicia social, quien, de ser elegido, podría convertirse en el primer Papa africano en más de 1500 años. Por otro lado, perfiles más conservadores como Raymond Leo Burke y Robert Sarah, críticos con algunas de las reformas de Francisco, también se consideran, aunque su elección podría inclinar a la Iglesia hacia posturas más rígidas. La situación hace de la elección un evento de gran expectativa, considerando los múltiples rumbos que el próximo pontificado podría tomar.
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