La reciente muerte de Yehia Sinwar, conocido como «el carnicero de Jan Yunis», supone un revés significativo para Hamás, especialmente tras el asesinato de su predecesor Ismail Haniyeh y otras figuras clave del eje iraní en los últimos meses. Sinwar, aprehendido en 1989 y liberado tras un intercambio de prisioneros, había asumido el liderazgo de Hamás apenas tres meses antes de su fallecimiento. Según el experto Hassan Hassan, estos eventos sugieren un debilitamiento de la estructura de liderazgo del grupo. Con la eliminación de Sinwar y otros líderes principales como Saleh al Arouri, la organización se enfrenta a la inminente tarea de buscar un nuevo líder en un contexto de tensión y auge de las ofensivas israelíes.
Con la desaparición de los líderes más prominentes en Gaza y Cisjordania, el foco se desplaza ahora hacia la dirigencia en el exilio, donde figuras como Jaled Meshaal, Jalil al Haya, Nizar Awadallah y Mousa Abu Marzouk emergen como posibles sucesores. Meshaal, una figura central de Hamás que dirigió el grupo durante años, reside actualmente en Qatar y es un actor clave en las negociaciones para un alto el fuego. Los desafíos de sucesión en Hamás son críticos, ya que el grupo encara una operación militar sostenida en Gaza que ha debilitado aún más sus filas y amenazas internas que cuestionan tanto su estatus como sus métodos en la lucha por la causa palestina.
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