El fútbol mundial se enfrenta a una crisis inminente debido a la sobrecarga de partidos que afecta a los jugadores. Figuras destacadas como Rodri Hernández, Carlo Ancelotti y Kroos han alzado la voz, advirtiendo sobre una posible huelga histórica. Los principales organismos como la FIFA y la UEFA continúan expandiendo calendarios y competiciones, lo que ha llevado a los jugadores al límite, aumentando el riesgo de lesiones y poniendo en entredicho su bienestar. La creación de nuevas competiciones y la ampliación de torneos existentes han saturado el calendario, con equipos de élite como el Real Madrid enfrentándose a la posibilidad de jugar más de 70 partidos en una temporada.
La respuesta de los jugadores está adquiriendo mayor peso y seriedad. La Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) y la federación internacional de Asociaciones de Futbolistas (FIFPro) han respaldado las quejas, subrayando los daños deportivos y económicos que provoca esta saturación. Aunque aún no hay un comunicado oficial, el clamor por un cambio es claro. La situación plantea dos posibles soluciones: reducir el número de partidos, lo que implicaría una disminución de ingresos por publicidad y derechos televisivos; o equilibrar el crecimiento del sistema, implicando a los clubes a mantener plantillas más amplias para dividir esfuerzos entre competiciones, opción que también podría aumentar las disparidades entre ligas nacionales e internacionales.
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