Portugal ha emergido como un destino de primera línea en Europa para el desarrollo de infraestructura digital avanzada, posicionándose estratégicamente gracias a la expansión de centros de datos y la acelerada transformación impulsada por la inteligencia artificial (IA). Un informe de Copenhagen Economics sugiere que este sector podría añadir hasta 26.000 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) del país para 2030, además de crear aproximadamente 50.000 empleos a tiempo completo anualmente.
El centro neurálgico de esta evolución es el proyecto SINES DC de Start Campus, que representa una de las mayores inversiones privadas en tecnología en Portugal. Con una capacidad eléctrica de 1,2 gigavatios y su primera instalación, SIN01, ya en funcionamiento, el campus de Sines se perfila como un motor vital para la economía digital del país.
El enfoque de Start Campus combina escalabilidad, eficiencia energética y sostenibilidad. El uso de energía renovable y un innovador sistema de refrigeración que utiliza agua del mar refleja el compromiso con la sostenibilidad ambiental, imperativo en los grandes centros de datos del siglo XXI.
Portugal ofrece ventajas competitivas tanto naturales como tecnológicas. Su red eléctrica, abastecida en un 87,5 % por fuentes renovables, y el coste de la electricidad, un 30 % menor que la media europea, son factores decisivos para operaciones energéticamente intensivas como las de los centros de datos. Además, con un 92 % de cobertura de fibra óptica y siendo un punto clave para el 25 % de los cables submarinos globales, Portugal es un hub crucial para el tráfico digital intercontinental.
La importancia del sector ya es palpable. Entre 2022 y 2024, ha contribuido 311 millones de euros al PIB y generado 1.700 empleos anuales. Sin embargo, el potencial a futuro es aún mayor, dependiendo de políticas públicas que faciliten el acceso a redes eléctricas, aceleren trámites de licencias tecnológicas y promuevan la adopción de IA en múltiples sectores.
A medida que se estima que el 70 % de la capacidad de cómputo mundial estará destinada a IA hacia finales de la década, la demanda de centros de datos modernos, escalables y energéticamente eficientes se incrementará. El proyecto SINES DC se posiciona como un ejemplo de infraestructura preparada para satisfacer estas necesidades, con una clara apuesta por la eficiencia y la innovación tecnológica.
Portugal se encuentra en una posición envidiable para convertirse en un hub digital líder en Europa, combinando su soberanía energética, talento local y visión tecnológica para fomentar un crecimiento económico sostenido. Con un rumbo firme, el país está bien encaminado para consolidarse como un actor clave en la escena digital global en la próxima década.
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