España vivió otra noche intensa en la final de la Liga de Naciones, donde enfrentó a Portugal en un partido que demostró el potencial y la resiliencia de ambos equipos. La Roja se adelantó dos veces en el marcador, con goles de Martín Zubimendi y Mikel Oyarzabal, mostrando un juego ágil y controlado. Sin embargo, Portugal resistió, respondiendo rápidamente con tantos de Nuno Mendes y Cristiano Ronaldo, quien a sus 40 años sigue siendo una pieza clave. El partido se extendió a la prórroga y finalmente se decidió en los penaltis, donde los portugueses consiguieron la victoria y se coronaron campeones por segunda vez en la historia de la competición.
A pesar de la derrota, España dejó una impresión positiva, exhibiendo un fútbol dinámico y prometedor. Jugadores como Lamine Yamal y Nico Williams destacaron en el campo, enfrentándose con habilidad a la fuerte presión portuguesa. El partido también sirvió como un duelo generacional entre la joven promesa Yamal y la veterana estrella Ronaldo. La actuación de España, aunque insuficiente para llevarse el título, señaló un futuro brillante, con un equipo versátil que se adapta bien a diferentes situaciones de juego. La derrota, con todo, no empaña el camino de una selección que continúa evolucionando y mirando hacia futuras competiciones con optimismo.
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