El escenario político del país vecino se encuentra en una situación de incertidumbre, ya que el actual Ejecutivo está enfrentando serias dificultades para aprobar los presupuestos necesarios para la administración pública. De no conseguirlo, el gobierno podría verse obligado a convocar nuevas elecciones, sumiendo al país en una prolongada inestabilidad política. La aprobación de los presupuestos se ha convertido en un desafío clave para el gobierno actual dado que, en el parlamento, el partido del primer ministro Luís Montenegro cuenta solo con 80 de los 230 diputados, lo que lo deja en una posición numéricamente desventajosa y le exige buscar alianzas con otros grupos políticos.
A pesar de los esfuerzos por encontrar apoyo, Montenegro enfrenta una fuerte oposición y divergencias internas que complican aún más el panorama. La posibilidad de una nueva convocatoria electoral es inquietante tanto para el electorado como para los mercados financieros, dado el potencial impacto económico y social que podría acarrear. Observadores políticos destacan que, en este contexto, las negociaciones y los compromisos serán cruciales para evitar el desgaste de las instituciones democráticas y asegurar la estabilidad del país en un momento crítico. La atención se centra ahora en el desarrollo de las próximas semanas, que serán definitivas para el futuro inmediato de la nación.
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