Alfredo Perdiguero, subinspector de la Policía Nacional, ha sido sancionado tras su participación en el programa de televisión ‘Cuarto Milenio’. Perdiguero informó que la medida disciplinaria está relacionada con declaraciones realizadas durante su intervención, las cuales atribuye a una «animadversión personal» por parte de altos mandos. En respuesta, ha presentado una denuncia contra el director general de la Policía, argumentando que la acción en su contra es injusta y busca reprimir su libertad de expresión.
El caso ha generado controversia en torno a la relación entre medios de comunicación y cuerpos de seguridad del Estado. La sanción a Perdiguero pone de manifiesto las tensiones existentes sobre los límites establecidos para el personal policial en sus intervenciones públicas. Este tipo de casos plantea preguntas sobre la transparencia y la gestión interna, además de abrir un debate sobre el equilibrio entre el deber profesional y el derecho a expresar opiniones personales.
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