Volkswagen, el mayor grupo automotriz europeo, ha informado pérdidas millonarias en el tercer trimestre de 2025, impulsadas por la crisis en su filial Porsche y las políticas arancelarias del expresidente estadounidense Donald Trump. La compañía reportó pérdidas operativas de 1.300 millones de euros, un marcado contraste con los beneficios de 2.833 millones del año pasado. Estas pérdidas reflejan un entorno desafiante, exacerbado por la decisión de Porsche de posponer varios modelos eléctricos para centrarse temporalmente en motores de combustión e híbridos. Esta medida costó a la marca deportiva 3.000 millones de euros en amortizaciones y 2.100 millones por efectos puntuales relacionados con proyectos.
A pesar de presentar un panorama operativamente débil, Volkswagen sigue mostrando cierto optimismo debido a un ligero aumento en ventas y facturación en los primeros nueve meses de 2025, con una facturación que creció un 0,6% y un incremento en las entregas del 1,2%. Sin embargo, la caída en las ventas en China, junto a nuevas inversiones en electrificación y la presión normativa de Bruselas, están erosionando el margen del grupo. En respuesta, Volkswagen ha implementado un programa de reestructuración que podría eliminar más de 35.000 puestos de trabajo y está considerando nuevas medidas de reducción de costos y la venta de participaciones para mitigar las pérdidas. La reestructuración se enfoca en mejorar la eficiencia y en adaptarse al complejo entorno económico actual.
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