En un contexto alarmante, se siguen contabilizando víctimas de violencia machista en España. A lo largo de 2025, 31 mujeres han sido asesinadas, sumándose a un total de 2.057 desde 2003. Esta triste realidad, lejos de ser una serie de incidentes puntuales, refleja una violencia estructural profundamente arraigada. La Confederación General del Trabajo (CGT) insiste en la necesidad de abordar este problema con una respuesta más contundente y transformadora.
Los nombres de las mujeres víctimas resuenan para evitar la invisibilización: Miriam Oliveira, 35 años, en Haro; Triana Arias, 41 años, en Las Palmas; Elvira M.B., 77 años, en Colmenar Viejo; Dolores Corbalán Romera, 79 años, en Sangonera La Seca; y una mujer de 32 años, en San Blas, Madrid. Estos asesinatos, más que estadísticas, son historias truncadas que no debieron ocurrir.
El impacto de estos crímenes se extiende también a la infancia. En el caso de Dolores Corbalán, sus nietos presenciaron el asesinato, mientras su madre y abuelo resultaban heridos. Desde 2003, más de 1.860 niñas y niños han quedado huérfanos a causa de la violencia machista, con al menos 970 menores de edad. CGT reclama medidas de reparación y apoyo psicológico para estos menores, calificando esta situación como una urgencia que no puede seguir tratándose como un daño colateral.
Para enfrentar esta problemática persistente, CGT demanda acciones concretas:
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Protección efectiva contra todas las formas de violencia machista, garantizando mecanismos accesibles y eficaces.
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Prevención real que actúe antes de que ocurra la violencia, mediante formación y sensibilización continuas en diversos ámbitos.
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Recursos especializados para proteger y apoyar a mujeres, niñas, niños y otros colectivos vulnerables.
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Refuerzo de protocolos de actuación ante la violencia machista e interseccional.
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Financiación adecuada para asegurar la implementación eficaz de estas medidas.
- Aplicación efectiva de las leyes existentes, como las destinadas a la protección integral contra la violencia de género, a la infancia y adolescencia, y a la garantía de los derechos LGTBI.
CGT subraya la urgencia de construir un sistema integral, no solo reactivo, sino preventivo, que aborde la violencia desde la raíz en todos los ámbitos de la sociedad. La lucha contra la violencia machista es una tarea colectiva, esencial y urgente.
Fuente: CGT