En una extendida declaración de ocho horas, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar confesó que no fue informado del desbordamiento del Poyo hasta las 18:45 horas, cuando la localidad de Paiporta ya se encontraba inundada. Este retraso en la comunicación ocurrió en el contexto de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que provocó intensas lluvias y significativos daños en varias zonas de la Comunidad Valenciana. La falta de aviso oportuno ha suscitado críticas respecto a la eficacia de los protocolos de emergencia y las medidas de prevención ante fenómenos climatológicos adversos.
La inundación en Paiporta, que tomó por sorpresa a muchos residentes, expone deficiencias en la gestión de información crítica durante emergencias. La situación ha desencadenado un debate sobre la coordinación entre los distintos organismos encargados de la gestión hídrica y la protección civil. Mientras tanto, las autoridades locales se enfrentan a la tarea de evaluar los daños materiales y estructurales, así como a la implementación de medidas que garanticen una mejor respuesta en el futuro. La declaración del presidente es vista como un intento de clarificar responsabilidades en medio de las crecientes críticas por la tardanza en la reacción ante la emergencia.
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