En España, autoridades han desmantelado un programa que intentaba expandirse de manera violenta en el país, siguiendo directrices específicas desde América. Este plan, que implicaba seguir un enfoque agresivo para establecer y propagar su influencia, ha sido objeto de una intensa investigación. Las fuerzas del orden han trabajado en colaboración con agencias internacionales para identificar y neutralizar las operaciones de este grupo antes de que pudieran materializar sus objetivos en territorio español.
Las estrategias de este programa incluían la utilización de tácticas violentas y la coordinación directa con operativos en el continente americano. Las instrucciones eran claras: establecerse rápidamente y con firmeza en varias regiones de España. La intervención oportuna de las autoridades ha sido crucial para evitar la expansión de esta amenaza, desarticulando células y cortando la comunicación y el apoyo logístico que fluía desde el extranjero. Las investigaciones continúan, y el caso se mantiene en desarrollo mientras se busca garantizar la seguridad y el orden público.
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