La intervención del diputado de Vox, Sergio Rodríguez, en el Parlamento de Baleares ha desatado una fuerte polémica después de que comenzara su discurso aludiendo al «Día de la Victoria», en referencia al triunfo de Franco al finalizar la Guerra Civil Española. La oposición se levantó en protesta, exigiendo que sus palabras fuesen eliminadas del diario de sesiones, alegando que constituían una exaltación del franquismo. Sin embargo, el presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne, también de Vox y procesado por un presunto delito de odio contra las víctimas del franquismo, se negó a retirar dichas palabras, considerándolas una simple «broma». Esta reacción ha llevado a la asociación Memoria de Mallorca a considerar emprender acciones legales contra Rodríguez, argumentando que su intervención podría violar la Ley de Memoria Democrática, que prohíbe actos que exalten la sublevación militar y la dictadura.
El enfrentamiento en la cámara continuó cuando el portavoz del PSIB-PSOE, Iago Negueruela, recordó que existen leyes que prohíben el enaltecimiento de símbolos fascistas y solicitó que se respetase el ordenamiento jurídico en las intervenciones legislativas. El presidente Le Senne cortó el micrófono del portavoz y desechó su protesta, afirmando que no se ajustaba al reglamento del parlamento. La tensión creció cuando el diputado Josep Castells de Més per Menorca enfatizó que la Ley de Memoria Democrática impide actos contrarios a la memoria historica y instó al presidente a actuar conforme a esta ley. En medio del debate, el Partido Socialista y otros grupos de izquierda manifestaron su indignación, mientras que las asociaciones de memoria histórica se movilizan para que se tomen medidas al respecto, buscando preservar la dignidad y el respeto en el Parlamento balear.
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