El ciclista esloveno se mostró reticente a buscar la victoria durante la etapa en Superbagnères, citando temor ante las complicadas condiciones climáticas. La densa niebla en el descenso fue un factor determinante que lo llevó a priorizar la seguridad sobre el triunfo, admitiendo después del evento que estaba «asustado» ante la falta de visibilidad. Su decisión refleja la precaución necesaria en condiciones adversas, asegurando que el bienestar personal y el del equipo prevalecen en situaciones de riesgo.
A pesar de no competir por la etapa, el corredor sigue enfocado en su impresionante objetivo de igualar los ocho triunfos parciales en una misma edición del Tour de Francia. Sus actuaciones anteriores lo colocan en una posición destacada para alcanzar esta marca histórica, equilibrando su audaz ambición con una prudente gestión del riesgo. La comunidad ciclista observa con expectativa los próximos movimientos del esloveno, quien se ha consolidado como una figura influyente en la competencia, demostrando tanto habilidad como sensatez en su estrategia de carrera.
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