Tadej Pogacar ha demostrado una vez más su dominio en el ciclismo al liderar la séptima etapa del Dauphiné 2025 con una ventaja sobre sus rivales que solo parece aumentar su legendaria figura. Con un estilo casi juguetón, Pogacar cruzó la meta con una ventaja destacable sobre Jonas Vingegaard, mostrando una frescura que desafía su experiencia y logros. Esta victoria lo deja a las puertas de ganar la competición, acercándose al notable hito de las cien victorias en su carrera. Además, en una muestra de compañerismo poco común en las estrellas del ciclismo, se descolgó en plena carrera para ayudar a su compañero Pavel Sivakov, reflejando un liderazgo que trasciende lo deportivo.
El Dauphiné se mantiene como el termómetro del Tour de Francia, y Pogacar se perfila como el máximo referente. Tras superar múltiples ascensos como la Madeleine y la Croix de Fer, el esloveno dejó claro su dominio, especialmente cuando lanzó un ataque demoledor que dejó sin respuesta a rivales de la talla de Sepp Kuss y Remco Evenepoel. Incluso bajo la amenaza de Vingegaard, Pogacar se mostró tranquilo, confiado en sus estrategias y equipo. La etapa finalizó con un Pogacar controlando a sus adversarios con precisión, consolidándose no solo como favorito para este torneo sino también como figura clave para el próximo Tour, donde anticipa contar con un equipo reforzado para enfrentar a los rivales más desafiantes.
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