El otoño convierte el entorno en una sinfonía de tonos anaranjados y rojizos, invitando a reflexionar y descubrir nuevos destinos. Madrid y sus cercanías ofrecen una variedad de encantadores pueblos que combinan historia, cultura y belleza natural, perfectos para una escapada de fin de semana. Buitrago de Lozoya, a 75 kilómetros al norte de la capital, es un destino ideal para quienes buscan una mezcla de historia y naturaleza. Su casco histórico, rodeado por una muralla medieval, convierte el lugar en un espectáculo visual durante el otoño. Las caminatas por los bordes del río Lozoya y visitas a lugares emblemáticos como la Iglesia de Santa María del Castillo y el Museo de la Guerra Civil hacen de este sitio una opción perfecta para un descanso otoñal.
Otro sitio recomendable es Chinchón, a 45 kilómetros al sureste de Madrid, donde la vibrante Plaza Mayor se anima aún más en otoño con eventos culturales y gastronómicos. El ambiente se completa con edificios históricos y la posibilidad de probar el famoso anís local. San Lorenzo de El Escorial, a tan solo 50 kilómetros de la capital, ofrece un majestuoso monasterio rodeado de jardines y bosques que se transforman en escenarios de colores cálidos en otoño. Además, La Hiruela y Patones de Arriba, situados en la Sierra de Guadarrama, ofrecen tranquilidad y rutas de senderismo, sumergiéndose en la naturaleza y la belleza rústica de la temporada. Con estas opciones, los pueblos cercanos a Madrid se presentan como destinos ideales para disfrutar del otoño en todo su esplendor.
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