En un contexto donde la jubilación inquieta a muchos, los planes de pensiones de empleo (PPE) se presentan como una alternativa atractiva frente a los planes individuales. La elección entre uno u otro dependerá de la situación personal de cada trabajador.
Los planes de empleo, que las empresas ofrecen a sus trabajadores, permiten aportes deducibles de hasta 8.500 € anuales, incluida la contribución empresarial, en comparación con los 1.500 € de los planes individuales. Esta diferencia supone una ventaja fiscal notable y, generalmente, estos planes colectivos tienen comisiones más bajas, lo que mejora el rendimiento de los ahorros.
A partir de enero de 2025, se introduce una medida que impactará en el panorama del ahorro para la jubilación: la posibilidad de rescatar el dinero de cualquiera de estos planes con al menos diez años de antigüedad, sin necesidad de causa adicional. Esta novedad ofrece una flexibilidad adicional clave para los ahorradores.
La elección entre un plan de empleo y uno individual debe considerar factores como la existencia de un plan de empresa y la situación laboral y fiscal de cada persona. Participar en un plan de empleo podría proporcionar ventajas significativas debido a las contribuciones empresariales y los beneficios fiscales más amplios. Para los autónomos o aquellos cuya empresa no ofrece esta opción, los planes individuales son una opción, aunque con limitaciones que requieren una elección cuidadosa y planificación estratégica.
Es crucial también considerar cómo se rescatarán estos fondos, ya que tributarán como rendimientos del trabajo al momento de la jubilación. Una planificación adecuada en este aspecto puede tener un impacto fiscal significativo durante el retiro. La clave está en elegir el tipo de plan de pensiones más apropiado según las condiciones disponibles, combinando ambas opciones cuando sea posible para maximizar los beneficios.


