La violencia ejercida por el Clan del Golfo en Colombia ha alcanzado un nuevo pico, con un plan para asesinar al director de la Policía Nacional, Carlos Fernando Triana. Según la institución, se descubrió a través de fuentes de inteligencia un complot para acabar con la vida del general utilizando una granada. Desde la asunción de Triana en febrero de 2025, la Policía ha reportado un recrudecimiento del denominado «plan pistola», una estrategia que recuerda a las acciones de Pablo Escobar en los noventa, destinada a pagar por el asesinato de policías. Entre abril y mayo, 17 agentes fueron asesinados, lo cual ha motivado a la institución a incrementar la seguridad de Triana y de diversas instalaciones policiales.
Los ataques del Clan del Golfo y otros grupos armados buscan controlar zonas estratégicas, replicando tácticas de presión antiguas usadas por las FARC en los años noventa. En Cali, un reciente detonante dejó heridos a tres policías, en lo que el alcalde Alejandro Éder describió como un “ataque terrorista”. El presidente Gustavo Petro, aunque ha alzado la voz contra los atentados a las fuerzas del orden, no ha comentado específicamente sobre el plan contra Triana. La situación pone a prueba la estrategia de seguridad del Gobierno y su propuesta de “paz total”, la cual busca negociar con todos los grupos armados pero enfrenta dificultades significativas.
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