En el transcurso de tan solo dos años, un innovador proyecto de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología ha conseguido marcar una diferencia significativa en el manejo del Parkinson. Esta iniciativa, que busca complementar los tratamientos convencionales con alternativas no farmacológicas, ha sido implementada en Puerta de Hierro Majadahonda, en estrecha colaboración con los servicios de Atención Primaria.
Durante 2024, setenta nuevos pacientes diagnosticados fueron incorporados al programa. Estas personas, derivadas desde Atención Primaria, han podido beneficiarse de un enfoque más holístico que incluye la evaluación meticulosa de su medicación y la posibilidad de ajustes personalizados. Con un enfoque proactivo, el equipo médico logró optimizar el tratamiento de 422 pacientes ya diagnosticados, lo que resultó en una significativa reducción del 12,9% en el tiempo promedio de hospitalización y del 17,7% en la mortalidad.
Un componente crucial de este Plan reside en los programas de deporte y neuropsicología. El año pasado, veinte participantes, con una edad promedio de 60,3 años, participaron en talleres neuropsicológicos semanales y recibieron un entrenamiento físico supervisado. Este régimen, que se lleva a cabo de tres a cuatro días por semana durante seis meses, ha demostrado tener efectos sumamente beneficiosos. Los pacientes han reportado mejoras en la salud mental, estabilidad postural, la masa muscular y calidad del sueño, lo que se traduce en una mejor calidad de vida y una ralentización del progresivo avance de la enfermedad.
La implementación de esta estrategia no solo optimiza la asistencia a los pacientes con Parkinson, sino que también facilita una conexión más expedita entre el diagnóstico inicial y los especialistas necesarios. Esto se traduce en un inicio más rápido de las terapias adecuadas, reduciendo significativamente el estrés asociado con la incertidumbre de enfrentar una enfermedad crónica y degenerativa.
Este proyecto innovador, que cuenta con financiamiento estatal, ha logrado demostrar que un enfoque integral que involucre tanto tratamientos médicos como intervenciones no farmacológicas puede ofrecer una esperanza tangible y un manejo más efectivo del Parkinson. En vísperas del Día Mundial de la enfermedad, esta iniciativa resalta la importancia de la colaboración interdisciplinaria y la adaptación de los tratamientos a las necesidades específicas de cada paciente.