En un esfuerzo por preservar la belleza y limpieza de los espacios públicos, el Ayuntamiento de Madrid ha implementado un mecanismo innovador que permite a los infractores de grafitis conmutar sus multas a través de trabajos de eliminación de pintadas. Este nuevo enfoque busca no solo la restauración física de las áreas afectadas, sino también la sensibilización de los participantes respecto al impacto de sus acciones.
Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, junto con otros altos funcionarios, recientemente supervisó los trabajos realizados por un grupo de grafiteros en la plaza de Juan Muñoz. Esta actividad forma parte de un nuevo protocolo adoptado en diciembre, diseñado específicamente para lidiar con las sanciones relacionadas con grafitis.
Desde la implementación del protocolo, 33 personas han participado en estos trabajos comunitarios, logrando conmutar multas por un total de 64.100 euros. La mayoría de los participantes son jóvenes, con un 61% en el rango de 18 a 29 años, y una representación mayoritaria de hombres. Además, un significativo 33% cuenta con formación universitaria.
El Ayuntamiento destaca la importancia de este programa no solo como una medida punitiva, sino como una forma de educación y concienciación. Un 91% de los participantes valoró positivamente la posibilidad de reemplazar sanciones por trabajos comunitarios, y un 67% consideró que la experiencia fue efectiva para sensibilizar sobre el cumplimiento de las normas.
Este esfuerzo complementa otras iniciativas municipales, como las patrullas antigrafitis, que en 2024 registraron más de 42.000 actuaciones, asegurando que las áreas afectadas se mantengan libres de pintadas. A través de estos esfuerzos, Madrid avanza hacia la preservación de su paisaje urbano y fomenta un mayor compromiso cívico entre sus ciudadanos.