En la administración de Donald Trump, varias mujeres han ocupado puestos clave en sectores como Seguridad Nacional, Justicia, Inteligencia, Trabajo, Educación, y la comunicación de la Casa Blanca. Estas mujeres, provenientes de diversos antecedentes, han demostrado ser figuras influyentes en la política estadounidense. Por ejemplo, una ex empresaria de lucha libre ha logrado un cargo de alto perfil, destacándose por sus estrategias de gestión y liderazgo firme en un entorno tradicionalmente dominado por hombres. También se ha dado a conocer el caso de una funcionaria que, en su pasado, mató a su perra alegando que se portaba mal, un hecho que desató numerosas críticas y cuestionamientos sobre su ética y empatía en el cuidado animal.
Cada una de estas figuras ha impactado de manera significativa la política y las decisiones en sus respectivas áreas, reflejando la diversidad y complejidad del equipo que rodeó a Trump. Estas mujeres han mandado y dirigido en sus roles con estilos y estrategias que van desde lo controvertido hasta lo innovador, influenciando cómo se manejan temas de seguridad nacional y políticas laborales, entre otros. Su presencia subraya el papel crucial que las mujeres han desempeñado en altos niveles de liderazgo, desafiando normas anteriores y marcando una nueva era en la política estadounidense.
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