En un caótico Gran Premio de Bahréin, Max Verstappen y Red Bull enfrentaron un fin de semana difícil, marcado por problemas mecánicos y una estrategia que no dio los frutos esperados. El circuito puso a prueba la durabilidad de los neumáticos, demostrando que incluso los campeones pueden tener días complicados. Verstappen terminó en sexta posición tras una actuación que estuvo lejos de sus acostumbrados estándares, afectado por incidentes en el pit stop y la incapacidad de su RB21 para competir a la altura esperada. Mientras tanto, McLaren brilló con Oscar Piastri llevándose la victoria, consolidando su posición como un competidor capaz de desafiar a los líderes del campeonato.
Por otro lado, George Russell, quien terminó inicialmente en la segunda posición, podría enfrentar una sanción debido a problemas con el sistema electrónico de su Mercedes, lo que podría beneficiar al equipo McLaren al permitirles un nuevo doblete, esta vez en Bahréin. Fernando Alonso sufrió en su Aston Martin, llegando en la posición 16, y Carlos Sainz se retiró tras incidentes que dañaron su monoplaza. La prueba, caracterizada por cambios constantes debido a la degradación de los neumáticos y la intervención del coche de seguridad, dejó a los McLaren destacados por su constancia y rapidez, apuntalando su estatus creciente dentro del campeonato con Piastri y Lando Norris aprovechando cada oportunidad en esta especie de campo de batalla automovilístico.
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