El jurado ha galardonado al titular emérito de la cátedra John Dewey de la Universidad de Columbia por su destacada labor en tender puentes entre las ciencias de la vida y las humanidades. Este reconocimiento pone en valor su contribución para demostrar la interconexión y la influencia mutua entre estos campos del conocimiento, que tradicionalmente han operado de manera separada. A través de su investigación y docencia, el académico ha ofrecido nuevas perspectivas que evidencian cómo los avances y teorías en biología pueden enriquecer el entendimiento humanístico y viceversa, subrayando la importancia de una aproximación interdisciplinaria que fomente el diálogo y la colaboración entre distintos saberes.
La distinción no solo premia su trayectoria individual sino que también resalta una tendencia académica creciente que aboga por la integración de disciplinas aparentemente dispares para afrontar de manera más completa los retos contemporáneos. Al destacar la relevancia de las ciencias de la vida en el ámbito de las humanidades, el galardonado impulsa un cambio en la percepción del valor de los estudios interdisciplinarios, abriendo caminos para futuras generaciones de investigadores interesados en explorar las sinergias entre ciencia y humanidades. Este enfoque no solo enriquece el corpus académico, sino que también ofrece herramientas más completas para entender y abordar las complejidades del mundo actual.
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