El presidente de Colombia ha elevado el tono de su discurso en respuesta a la reciente amenaza arancelaria por parte de su homólogo. En una intervención en Bogotá, el mandatario colombiano calificó la medida propuesta como «injusta y perjudicial» para las relaciones bilaterales y advirtió que tal acción podría desencadenar una serie de represalias comerciales. La relación entre ambos países ha sido tensa en los últimos meses debido a desacuerdos en temas económicos, y esta nueva amenaza arancelaria parece ser un punto de inflexión en el deterioro de los lazos diplomáticos.
En su respuesta, el presidente colombiano subrayó la importancia de mantener el diálogo abierto y buscar soluciones negociadas que beneficien a ambas naciones. Sin embargo, señaló que su gobierno no dudará en tomar medidas de defensa económicas si se implementan los aranceles anunciados. Esta situación ha generado preocupación entre los sectores empresariales de ambos países, que temen un impacto negativo en el comercio y en las inversiones. Analistas advierten que una escalada en el conflicto podría tener repercusiones significativas en la región.
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