En el marco del IT Symposium/Xpo 2025, Gartner ha revelado una serie de tendencias tecnológicas que, según anticipa, marcarán el rumbo de la disrupción digital hacia 2026. Estas diez tendencias subrayan la urgencia con la que los líderes de TI deben abordar la innovación, a medida que la inteligencia artificial se convierte en un pilar estructural en diversas industrias.
“2026 será un año bisagra”, afirma Gartner, señalando que las organizaciones que actúen ahora no solo superarán la volatilidad, sino que también moldearán el futuro de sus sectores.
En el centro de estas predicciones se encuentra la AI Super Computing Platform, una combinación de CPUs, GPUs y otros componentes que permitirá el entrenamiento y la analítica a gran escala. Se espera que más del 40% de las grandes empresas adopten estas arquitecturas híbridas para 2028, una cifra que actualmente bordea solo el 8%.
Otra tendencia relevante es la aceptación de los Sistemas Multiagente, conjuntos de agentes especializados que cooperan para ejecutar procesos complejos. Esto no solo acelerará entregas, sino que también reducirá riesgos, destacando la necesidad de una coreografía eficiente y controles precisos para evitar fallos en el sistema.
Asimismo, los Domain-Specific Language Models (DSLMs) están configurados para superar a los modelos genéricos en términos de precisión y cumplimiento normativo, un cambio que se pronostica se verá reflejado en más de la mitad de los modelos gen-AI para 2028.
Las plataformas de seguridad orientadas a la inteligencia artificial también emergen como esenciales, consolidando políticas y visibilidad para mitigar riesgos inherentes a la IA. Gartner estima que más del 50% de las empresas implementarán estas plataformas en los próximos años.
Por otro lado, se anticipa que las plataformas de desarrollo nativas de IA transformarán la estructura de trabajo, permitiendo a pequeños equipos desarrollar software de manera más eficiente y segura, con una evolución proyectada hacia equipos ágiles potenciados por la inteligencia artificial para 2030.
Aspectos como el Confidential Computing, que protege datos incluso durante su uso, y la IA física, que lleva la inteligencia artificial fuera de la pantalla, son igualmente prioritarios. Se espera que más del 75% de las operaciones en infraestructuras no confiables se realicen bajo este marco para 2029.
En el ámbito de la ciberseguridad, se prevé una transición hacia medidas proactivas y preventivas, concentrando el gasto en capacidades predictivas para convertir la predicción en protección efectiva. La proveniencia digital y la geopatriación también se perfilan como factores clave, asegurando la integridad y soberanía de los datos frente a riesgos geopolíticos.
Para los CIOs, estas tendencias sugieren un enfoque hacia la creación de infraestructuras internas robustas para la inteligencia artificial, priorizando la seguridad, la soberanía y la eficiencia en todos los procesos, preparándose para un futuro dominado por tecnología avanzada y agentes autónomos.
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