En el contexto actual del sector ecológico en España, Ángeles Parra, directora de BioCultura y presidenta de Vida Sana, ofrece una perspectiva prudente y bien fundamentada sobre el panorama para 2025. El sector está enfrentando una serie de desafíos ligados a la inflación coyuntural, el aumento constante de los precios de energía y las repercusiones económicas derivadas de cuestiones internacionales como la crisis del gas ruso. Estos factores han generado un aumento en el coste de productos ecológicos, lo que podría provocar que parte del consumo bio se desplace hacia alternativas «sostenibles» más asequibles. La confusión del consumidor ante un exceso de distintivos ecológicos y estas nuevas dinámicas de precio son áreas de especial preocupación, que podrían impactar a pequeños productores y desconcertar a los consumidores en su elección de productos.
A pesar de estos retos, el compromiso de BioCultura es notable, con sus iniciativas planeadas para A Coruña, Barcelona y Madrid en 2025, que buscan fomentar un mercado interior sólido y equilibrar el crecimiento del sector con un consumo per cápita más similar al de países como Alemania y Francia. En una estrategia conjunta con entidades públicas, se están buscando formas de democratizar el acceso a alimentos ecológicos, superando el reto de la distribución a través de canalizar esfuerzos en campañas de promoción y políticas fiscales más favorables, incluyendo un IVA reducido o nulo. Esto, sin embargo, requiere una decidida implicación gubernamental, que actualmente es vista con escepticismo, aunque el sector aún mantiene la esperanza y sigue enfocado en transformar estos desafíos en oportunidades en el futuro próximo.
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