El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel ha experimentado una recuperación significativa de su humedal, alcanzando el 65% de su capacidad gracias a las lluvias de primavera. Este retorno hídrico ha revitalizado el ecosistema, favoreciendo la llegada de 1.350 parejas de patos colorados, cifra que no se veía desde 1988, así como otras especies en peligro de extinción como el porrón pardo. Sin embargo, este renacer es efímero, ya que el acuífero que sustenta el parque sigue sobreexplotado debido a la intensa actividad agrícola en la región, amenazando el equilibrio natural.
A pesar de la mejora temporal, las Tablas de Daimiel continúan dependiendo de las lluvias, ya que la extracción de agua del acuífero supera en el doble los recursos disponibles. Esto plantea serios desafíos para la conservación del parque, cuyas 1.130 hectáreas encharcadas albergan una rica biodiversidad. Las imágenes aéreas muestran no solo la belleza del humedal, sino también las fincas agrícolas limítrofes, resaltando la frágil coexistencia entre desarrollo humano y conservación ambiental en este emblemático espacio natural de Ciudad Real.
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