Trabajadores sanitarios han expresado su descontento ante la gestión hospitalaria durante el periodo vacacional, denunciando el cierre de cerca de 400 camas en varios centros de Madrid. Los profesionales reclaman un aumento en las contrataciones para enfrentar la reducción de personal durante el verano y subrayan la necesidad de asegurar estabilidad en las planillas. La falta de recursos humanos, argumentan, no solo afecta la calidad del servicio, sino que también incrementa la presión sobre el personal existente, obligándolos a trabajar más allá de sus capacidades y comprometiendo el cuidado de los pacientes.
Además, se demanda el respeto a sus derechos laborales, específicamente en cuanto a los días de libre disposición. Según los trabajadores, la administración no ha proporcionado alternativas adecuadas para cubrir estas ausencias, lo cual afecta directamente su bienestar y la atención al paciente. Las organizaciones sindicales han advertido de un posible deterioro en el servicio de salud si no se toman medidas inmediatas para garantizar un entorno de trabajo adecuado, equilibrado y respetuoso con los derechos de todos los empleados del sector.
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