En Castro Urdiales, Cantabria, una atracción de feria conocida como El Saltamontes protagonizó un angustiante incidente cuando giraba a gran velocidad con 40 niños a bordo. El fallo de uno de los coches dejó a tres niñas en una peligrosa situación: dos salieron despedidas y una quedó colgada de un brazo. Afortunadamente, las menores, de 14 y 15 años, fueron trasladadas a un hospital en Bilbao y dadas de alta al día siguiente. Este accidente se suma a una serie de incidentes recientes en ferias, incluidos casos fatales como el de una niña de dos años que murió por una descarga eléctrica en Murcia, lo que ha generado una creciente preocupación por la seguridad en estas atracciones.
La falta de regulación homogénea en España respecto a la seguridad en ferias es señalada como un problema crítico. Aunque existe la norma UNE-EN 13814, no es obligatoria a nivel estatal, dejando en manos de las comunidades autónomas la implementación de medidas. Israel Alarcón, técnico experto en verificaciones de seguridad, explica que cada comunidad opera de forma similar, requiriendo documentación técnica previa, inspecciones y certificaciones de seguridad. A pesar de estos controles, los accidentes persisten, lo que lleva a demandas públicas de mayor rigor en las inspecciones. Eva Roz, madre de una víctima de accidente en feria, continúa su lucha por una normativa más estricta, subrayando la necesidad urgente de mejorar los estándares de seguridad para evitar futuras tragedias.
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