Un trágico incidente en Alcalá ha reavivado el debate sobre la tenencia y control de ciertas razas de perros, después de que un niño de dos años fuera atacado por un pitbull. El suceso ha generado una oleada de reacciones tanto de la comunidad local como de expertos en comportamiento animal, quienes buscan entender las causas detrás del ataque. Según el entorno familiar del menor, el perro no había mostrado signos de agresividad anteriormente, lo que ha llevado a expertos a enfatizar la importancia de la socialización y el entrenamiento adecuado de estas razas. Las autoridades municipales han prometido revisar las normativas locales para asegurar la seguridad de los habitantes, mientras que el perro involucrado está bajo custodia a la espera de una evaluación más detallada.
La conversación pública se ha intensificado, con voces a favor de medidas más estrictas sobre la propiedad de perros potencialmente peligrosos y otros que defienden la naturaleza condicionada de su comportamiento. Expertos en etología afirman que, aunque los pitbulls han sido estigmatizados, su comportamiento es, en gran parte, producto de la educación que reciben de sus dueños. En las redes sociales, la discusión continúa polarizándose, entre quienes exigen prohibiciones absolutas y quienes piden más responsabilidad por parte de los propietarios. Mientras el niño se recupera en el hospital, la familia ha expresado su deseo de que este incidente sirva de lección para una mejor convivencia entre humanos y animales.
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