Las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires resultaron en una dura derrota para el presidente ultraderechista Javier Milei, quien perdió ante el peronismo reunido en el frente Fuerza Patria. Con el 83% de las mesas escrutadas, el peronismo alcanzó el 47% de los votos, superando a La Libertad Avanza de Milei por más de 13 puntos. Este resultado representa un duro golpe para el presidente, quien había intentado nacionalizar esta elección como una batalla decisiva contra el kirchnerismo. A pesar de la fusión con el Pro, el partido de Mauricio Macri, el Gobierno no logró remontar la embestida peronista, dejando a Milei en una posición debilitada de cara a las elecciones legislativas nacionales de octubre.
La derrota electoral también trajo consigo problemas económicos que se prevén complicados para la administración de Milei. Las medidas para contener la volatilidad del peso frente al dólar, como el aumento de tasas y la intervención en el mercado cambiario, no lograron estabilizar la situación económica, generando una atmósfera de incertidumbre. Además, el Gobierno enfrenta escándalos internos, incluyendo alegaciones de corrupción que involucran a Karina Milei, hermana del presidente. Estas tensiones han erosionado la confianza en el oficialismo y fortalecido a la oposición, que ha comenzado a tomar la iniciativa en el Congreso, revirtiendo vetos presidenciales y avanzando con legislaciones clave. La capacidad del presidente para recalibrar su estrategia y mantener un gobierno efectivo está ahora bajo intensa presión.
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