En la plaza de toros de Pamplona, el torero sevillano, sustituto de Víctor Hernández, se alzó con una oreja tras una faena destacable frente al que fue considerado el mejor toro de la jornada. El ejemplar, perteneciente al hierro de La Zorrera, se distinguió por su bravura y estilo, características que permitieron al diestro lucirse en el albero. La actuación fue especialmente valorada por el público, que reconoció el esfuerzo y la técnica del matador ante un toro de cinco años que demostró gran nobleza y acometividad.
El evento se enmarca dentro de las festividades taurinas de San Fermín, donde las habilidades de los toreros son puestas a prueba frente a astados imponentes. La oreja concedida al sevillano subraya su capacidad de adaptación y pericia en un cartel donde inicialmente no iba a participar. Con este triunfo, el torero no solo ganó el favor del público, sino que también reafirmó su posición en el circuito taurino, destacando en una competencia tradicional y de gran relevancia cultural en España.
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