Pemex enfrenta un panorama financiero complicado al cierre de 2024, registrando una pérdida neta de 620.605 millones de pesos. A pesar de las capitalizaciones directas del Gobierno federal, el aumento en el costo de ventas y la depreciación del peso mexicano respecto al dólar han mermado significativamente las finanzas de la petrolera estatal. La empresa reportó una pérdida de 190.000 millones de pesos solo en el último trimestre del año. El saldo de la deuda se ha elevado hasta los 97.000 millones de dólares. Jorge Alberto Aguilar, encargado de Planeación y Coordinación, reconoció en una conferencia con analistas que la situación financiera de Pemex es compleja debido a problemas operativos y restricciones presupuestarias.
A pesar de los desafíos, Pemex vio un leve aumento del 2,6% en los ingresos por ventas y servicios, impulsado por mayores precios de las gasolinas y un aumento en la exportación de productos refinados. Sin embargo, la producción de hidrocarburos líquidos cayó un 10% en el cuarto trimestre de 2024, afectada por problemas en pozos clave como Maloob y Zaap, y dificultades técnicas en el campo Xanab. Juan Carlos Carpio, director de Finanzas, destacó la estrecha coordinación con las Secretarías de Energía y de Hacienda para abordar estas dificultades y mencionó el apoyo del Gobierno federal para cubrir las amortizaciones previstas. Además, destacó los esfuerzos para reducir la carga fiscal de Pemex y un posible cambio en el panorama energético, implementando proyectos mixtos con el sector privado, para mejorar la producción de crudo.
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