El viernes 16 de agosto, Rancagua vivió un inusual y violento asalto, cuando una banda de veinte delincuentes robó 12 mil millones de pesos de una sucursal de la empresa de transporte de valores Brinks, equivalente a casi 13 mil millones de dólares. La delincuencia involucró 21 vehículos, de los cuales 19 eran robados, y el uso de armas de fuego, incluidos dos fusiles y dos pistolas, una de las cuales había sido utilizada en un ataque en 2022. Los criminales quemaron vehículos y arrojaron miguelitos para impedir la persecución, resultando en una gran congestión en la ciudad. Hasta el momento, 18 personas han sido detenidas y se ha formalizado la investigación por seis delitos, incluyendo asociación criminal y robo de vehículos con intimidación. La planificación del atraco duró dos meses y se sospecha que entre 25 y 30 personas estuvieron involucradas en el crimen, cuyas particularidades recuerdan al «robo del siglo» de 2014 en Santiago.
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